Es la función del hombre sabio conocer el orden.–Aristóteles
¿Qué es la lógica? ¿Y por qué en el mundo alguien querría estudiarla? ¿No es sólo un montón de reglas incomprensibles y arbitrarias que nadie realmente sigue de todos modos? ¿De qué sirve? Para la mayoría de la gente, la lógica es un lenguaje desconocido sobre un campo desconocido, donde todo se pone al revés y nadie con un coeficiente intelectual por debajo de 300 está capacitado. Se puede ver el pánico en sus rostros cuando sólo mencionas la palabra–¡LÓGICA! A pesar de toda la mala prensa, la lógica no es tan difícil. De hecho, es una de las cosas más simples de usar porque la usa todo el tiempo, aunque no se dé cuenta. No queremos decir que usted pone todos sus pensamientos en forma lógica y hacer un análisis formal de cada pensamiento. Pero cuando usted está en el supermercado y una marca de huevo es de dos pesos por huevo, pero otro es de treinta pesos el kilo, no toma mucho tiempo para que usted saque su calculadora y resuelva el problema. ¿Por qué hace eso? Porque usted reconoce que esos precios por unidad y por kilos tienen que ser puestas en la misma categoría para ser comparadas. Eso es lógica. Usa la lógica para hacer “casi todo.” Cuando usted decide tomar su ducha después de trabajar en lugar de antes, no necesariamente piensa por todos los pasos formales que se necesitan para llegar a esa conclusión válidamente, pero su decisión se basa en la lógica, no obstante. La lógica realmente significa poner sus pensamientos en orden. ¿Qué Es Lógica? Orden es la palabra clave. Se aplica a todo tipo de disciplinas diferentes. En la naturaleza, existe una orden que la razón descubre pero no produce. Los patrones de los cristales de cuarzo, la regularidad de las leyes naturales, los movimientos de los planetas, la información compleja en una sola hebra de ADN–todo esto nos muestra un orden que podemos ver pero que no hicimos nada para ponerlo allí, justo como usted leyendo este libro, pero no puso las palabras en las páginas. En el arte, sin embargo, producimos orden. El artista, ya sea un pintor, escultor, compositor, actor o escritor, impone orden sobre las cosas que le rodean. Él produce las líneas que quiere ver. Dobla el acero para adaptarlo a su propósito. Organiza los ritmos, las melodías y las armonías para expresar un cierto sentimiento. El arte es creado por una persona imponiendo orden sobre las cosas del mundo externo. En el pensamiento filosófico también existe orden. El orden ético es el orden que la razón produce en los actos de la voluntad. En otras palabras, es el ordenamiento de nuestros pensamientos sobre lo bueno y lo malo de las cosas que escogemos. Eso no significa que no exista lo bueno y lo malo absolutos; sólo significa que la forma en que pensamos en ello es algo que producimos. Siempre que hacemos una pregunta sobre lo que debemos hacer, estamos ordenando nuestras elecciones por un estándar ético. Ese orden nos dice lo que realmente creemos que es bueno. Nos muestra cuáles son realmente nuestros valores. ¿Debo mentir para ahorrar dinero? ¿Debo ayudar a la señora varada en la autopista, o apresurarme ir a casa a ver fútbol? La manera en que respondemos depende de un orden ético que producimos sobre las decisiones que tomamos. El mejor sistema de ética es el que mejor expresa la forma en que las cosas deben ser, es decir, lo que realmente es bueno y valioso. El orden de la lógica es muy similar. Este, también, es un orden que producimos, pero se trata de ordenar nuestros pensamientos. La lógica es la razón que se mira para ver cómo funciona la buena razón. Estudia los métodos que usamos para analizar la información y sacar conclusiones válidas. Pone todos estos métodos en un orden que nos dé la manera correcta de sacar conclusiones. El mejor sistema de lógica es el que mejor se adapta para sacar conclusiones apropiadas de las premisas. Para ponerlo como una definición formal podríamos decir: “La lógica es el estudio de la correcta razón o de inferencias válidas y asistir falacias, formales e informales.” Si leyera esta definición para una clase, sin duda esa es la definición de su maestro le hará memorizar. Vamos a separarla y simplificarla un poco. La lógica es el estudio de la correcta razón… Ése es el punto principal. La lógica es un estudio, un ordenamiento, de cómo pensar correctamente, o cómo encontrar la verdad. Parafraseando esto, podríamos decir, la lógica es una manera de pensar para que lleguemos a las conclusiones correctas. …o de inferencias válidas… Eso quiere decir implicaciones. Parte del estudio de la lógica es reconocer cuándo A implica B y cuándo no lo hace. Existen reglas claras para ayudarnos con esto. …y asistir falacias, formales e informales. Una falacia es un error. A veces cometemos errores en la forma en que establecemos nuestro pensamiento, o mediante una implicación que no es verdadera. Estas son llamadas falacias formales, porque tienen que ver con la forma del argumento. Otras veces los errores están en el significado de los términos que usamos. Pueden ser poco claros o engañosos. O bien, tal vez no tengan nada que ver con el tema en cuestión. Errores como éstos son llamados falacias informales. Conocer los tipos de errores que podemos hacer nos ayudará a evitarlos. Si ponemos todas nuestras paráfrasis juntas, obtenemos una definición simplificada: La lógica es una forma de pensar para que podamos llegar a conclusiones correctas mediante el entendimiento de implicaciones y los errores que las personas suelen hacer en el pensamiento. ¿Por Qué Estudiar Lógica? En pocas palabras, no puede evitar el estudio de la lógica, por lo que también podría conocer lo que está haciendo. Es la base de todos los demás estudios. Es la base para todas las matemáticas y ciencias. Incluso la música, de Bach, se basa en la lógica. Sin esta, no podría existir alguna discusión racional sobre algo; escribir sería imposible. ¿Cómo puede juntar una oración sin un orden lógico? Incluso la interpretación requiere lógica. Tenemos que asumir que el autor trató de comunicar un pensamiento lógico, y la única manera en que tenemos que encontrar ese pensamiento es poner todas las pistas juntas y ponerlas en orden lógico. Esto es tan cierto para la literatura española como para el estudio de la Biblia. La teología bíblica y la teología sistemática implican imponer un orden sobre los datos de sus campos. Y dar una razón de su fe sería inútil si no fuera una razón lógica que usted esperaba que otros aceptaran por razones racionales. La única manera de evitar la lógica es dejar de pensar, porque la lógica es la base de todo pensamiento. Ahora, existen muchas quejas sobre el estudio de la lógica, especialmente cuando se aplica a Dios. Así que antes de ir más lejos, es mejor que despejemos el aire y respondamos a algunas de esas preguntas, las cuales, si aún no las ha oído, las escuchará algún día. Existen muchos tipos de lógica. ¿Por qué elegir sólo la lógica aristotélica (occidental)? Es verdad que existen otros tipos de lógica que podríamos estudiar, y quizá sigamos leyendo acerca de la lógica no-aristotélica, pero las leyes básicas de la lógica son las mismas para toda la lógica. Son necesarias e innegables, no sólo reglas arbitrarias que alguien inventó. Aristóteles no inventó la lógica; sólo ayudó a descubrirla. Estas leyes innegables son las mismas para todo pensamiento; una vez que las conoce, puede pasar a mirar otros tipos de filosofías. La gente no es lógica. ¿Por qué molestarse? A menudo la gente tampoco es moral; ¿significa eso que debemos cerrar todas las iglesias e incendiar la policía? La gente puede no actuar moralmente, pero deben hacerlo; y debemos usar todos los medios para enseñarles cómo y recordarles el comportamiento apropiado. Del mismo modo, la gente puede no pensar lógicamente a veces, pero aun así, deberían hacerlo. Si la lógica es una forma de pensar para que encontremos la verdad, entonces siempre debemos ser lógicos para que conozcamos la verdad. La lógica no funciona. Las personas no responden a esta. La lógica funciona en personas razonables, y todos deben ser razonables. En personas irracionales, nada funciona. Entonces, ¿por qué no tratar de ser razonable y dejar que el otro prójimo sea irrazonable? Además, algo no es verdadero o correcto porque funcione. La idea que es esto, se llama pragmatismo. Si estuviera tomando un examen verdadero/falso y escribiera para su respuesta a una pregunta, “Esto funciona,” ¿qué haría el maestro? Si funciona o no es una pregunta totalmente diferente de si es verdadero o falso. No tiene nada que ver con lo verdadero y lo falso, o con lo correcto y lo incorrecto. Todo lo que le dice es que funciona. Si ese es el criterio para la verdad, entonces nunca podría conocer que algo es verdadero a menos que supiera que cada vez que lo probase en el futuro, funcionaría. ¿Puede usted imaginar a un testigo que toma el estrado en un tribunal y prometiendo “decir lo conveniente, sólo lo conveniente, y nada más que lo conveniente, así que ayúdeme la experiencia futura”? El pragmatismo no es una prueba de la verdad. No todo está sujeto a la lógica. Eso es verdad. Sólo las cuestiones de verdad están sujetas a la lógica. La lógica nos da reglas para juicios e inferencias racionales, pero no dice nada sobre algunos tipos de enunciados. Por ejemplo, no dice nada sobre expresiones emotivas, es decir, expresiones de sentimientos. Cuando toca una estufa caliente y dice, “Ay,” esa expresión no es ni verdadera ni falsa. Es simplemente una expresión de su sentimiento. Un ama de casa en lágrimas por la forma en que sus preescolares la han abusado todo el día está totalmente en el ámbito de lo subjetivo, y la lógica no tiene nada que ver con la forma en que se siente. Por supuesto, podríamos hacer declaraciones lógicas sobre cómo se siente, como, “Ella se siente mal o no.” Pero su emotivo arrebato, “¡Qué dolor!” no es ni verdadero ni falso y no está sujeto a la lógica. Del mismo modo, las expresiones estéticas no son verdaderas o falsas. Son hermosas. Deben ser apreciadas, no analizadas. Los juicios morales son correctos o incorrectos, no son verdaderos o falsos. Nadie pregunta: “¿Es verdadero o falso el aborto?” Es como preguntar, “¿Qué olor tiene el azul?" Las categorías verdaderas/falsas no encajan en todo. Sin embargo, la lógica puede evaluar la consistencia entre los juicios morales y las inferencias de estas. Puede ayudarnos a entender algunas cosas incluso sobre áreas en las que no puede entrar. La lógica es contraria a las intuiciones humanas. No necesariamente. La intuición puede ser una fuente de la verdad, pero una vez que una persona hace una declaración sobre sus intuiciones, puede ser probada por las leyes de la lógica. Supongamos que la intuición de Jorge le dice que esta es una gran noche para sentarse y leer el periódico después de la cena. Mientras tanto, la esposa de Jorge intuye que es hora de que Jorge comience a contribuir algo a las tareas del hogar y que él debe venir a lavar los platos. Ambas intuiciones no pueden ser verdaderas; la ley de la no-contradicción nos lo dice claramente. La batalla que se avecina sugiere que ambos pueden estar equivocados. La intuición puede ser verdadera, pero no puede conocer que es verdad hasta que haga alguna declaración sobre esta que pueda probarse con las leyes de la lógica.
Lógica y Dios Una de las objeciones a estudiar lógica más citada es que la lógica no se aplica a Dios o a ninguno de los misterios de la fe cristiana, como la Trinidad o la Encarnación. Si eso fuera verdadero, entonces la lógica podría ser útil en las ciencias naturales y en las cosas de este mundo, pero sería inútil en encontrar la verdad acerca de Dios. En otras palabras, la lógica se aplicaría a la realidad temporal, finita, pero no a la realidad definitiva. Algunos cristianos realmente creen esto. Nosotros no. ¿Por qué? Porque incluso aquellos que afirman, “La lógica no se aplica a Dios,” usan la lógica en esa misma declaración. La lógica es inevitable. La teología es un logos sobre los theos–la lógica de Dios. La teología es un discurso racional acerca de Dios. El Evangelio de Juan comienza con la declaración: “En el principio era el Logos.” La base de toda lógica es que algunas declaraciones son verdaderas y otras son falsas. Si esta palabra acerca de Dios no es una palabra lógica, entonces, ¿qué es? La idea total de la teología es que se pueden hacer declaraciones racionales sobre Dios. Incluso alguien que dice lo contrario acaba de hacer una declaración racional (aunque falsa) sobre Dios. La lógica es innegable. La lógica es construida sobre cuatro leyes innegables. No hay algún “quedarse atrás” de estas leyes para explicarlas. Son auto-evidentes y auto-explicativas. Tampoco hay alguna manera de evitarlas. Con el fin de rechazar cualquiera de estas declaraciones, se debe asumir el mismo principio que él busca negar. Pero si usted debe asumir que algo es verdadero para decir que es falso, usted no tiene un caso muy bueno, ¿verdad? Por ejemplo, la ley de no-contradicción (A no es no-A) dice que no existen dos declaraciones contradictorias que puedan ser verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido. Ahora, si alguien intentó negar esto y dijo: “La ley de no-contradicción es falsa,” él tendría un problema. Sin la ley de no-contradicción, no existe tal cosa como verdadero o falso, porque esta misma ley traza la línea entre lo verdadero y lo falso. Así que no podemos llamarla falsa sin asumir que es verdadera. Lo mismo sucede cuando alguien trata de negar las otras leyes: la ley de identidad (A es A), la ley del medio excluido (ya sea A o no-A) y la ley de la inferencia racional. El método teológico se construye en el fundamento de estas leyes elementales de la lógica. Si la lógica es una precondición necesaria de todo pensamiento, entonces también debe ser necesaria para todo pensamiento sobre Dios. Si la ley de no-contradicción no fuera verdadera, entonces la paradoja teológica sería inevitable. Nunca seríamos capaces de decir acerca de Dios: “Esto es verdadero y eso es falso.” Nuestros pensamientos acerca de él serían una serie continua de contradicciones sin ninguna afirmación real. Sin la ley de identidad, la unidad teológica sería inalcanzable. Nos pelearíamos para siempre sin darnos cuenta de que ya teníamos un acuerdo. A menos que se puedan hacer inferencias válidas de lo que se conoce de lo desconocido, no puede existir alguna argumentación teológica. Ya sea en una discusión entre cristianos sobre una cuestión de interpretación o en un debate con un no-cristiano, nadie podría probar algún punto sin las leyes de la inferencia racional. Estas herramientas del teólogo están todas mantenidas en la caja de herramientas del lógico. Desde el punto de vista de la realidad, entendemos que Dios es la base de toda lógica. Como realidad definitiva, toda la verdad se encuentra definitivamente en él. Él ha creado la realidad que conocemos y en la que hemos descubierto las leyes de la lógica. Incluso Jesús dijo: “Yo soy… la verdad” (Juan 14: 6). Él ha estructurado el mundo de tal manera que estas leyes no pueden ser negadas; sin embargo, no conocimos a Dios primero y luego aprendemos la lógica desde él. Él existe como base de toda lógica (en la realidad), pero descubrimos primero la lógica y llegamos a conocer a Dios a través de esta. Esto es verdadero incluso si llegamos a conocer a Dios a través de su revelación, porque entendimos la revelación a través de la lógica. En el orden del ser, Dios es el primero; pero en el orden de conocer, la lógica nos lleva a todo conocimiento de Dios. Dios es la base de toda lógica (en el orden de ser), pero la lógica es la base de todo conocimiento de Dios (en el orden de conocer).
Objeciones a la Lógica en la Teología Al igual que algunos objetan al estudio de la lógica, también hay quienes critican el uso de la lógica en la teología. De hecho, usar la lógica en la teología no es muy popular en algunos círculos. Algunos teólogos se deleitan con la “paradoja” y la “antinomia,” como si fuera algo más espiritual creer en lo absurdo. Sin embargo, las objeciones al uso de la lógica parecen basarse en malentendidos. Responder a estas preguntas debe aclarar las cosas. Usar la lógica pone la lógica antes que a Dios. No. Usamos la lógica en el proceso de conocer a Dios, pero eso no significa que Dios vino después de la lógica en la realidad. Sin Dios, nada podría tener existencia. Dios es la base de toda lógica en la realidad y no es en modo alguno inferior a la lógica. La lógica viene de Dios, no Dios de la lógica. Pero cuando se trata de cómo conocemos las cosas, la lógica es la base de todo pensamiento, y debe estar antes que cualquier pensamiento sobre cualquier cosa, incluyendo a Dios. Por ejemplo, necesito un mapa antes de que pueda llegar a Washington, D.C. Pero Washington debe existir antes de que el mapa pueda ayudarme a llegar allí. Aun así, usamos la lógica primero para llegar a conocer a Dios, pero Dios existe primero antes de que podamos conocerlo. Usar la lógica hace a Dios sujeto de nuestra lógica. Primero, no es nuestra lógica. El hombre no inventó la lógica, sólo la descubrió. Dios es el autor de toda lógica. Así que, técnicamente hablando, Dios no fluye de la lógica; la lógica fluye de Dios. Segundo, no es Dios al que examinamos usando la lógica; son nuestras declaraciones acerca de Dios. Nadie está tratando de juzgar a Dios. Son las declaraciones que hacemos sobre él las que analizamos con lógica. La lógica simplemente proporciona una manera de ver si esas declaraciones son verdaderas–si encajan con la realidad de quién es realmente Dios. Finalmente, al aplicar la lógica a esas declaraciones, Dios no está siendo probado por algún estándar fuera de sí mismo. La lógica fluye de Dios. Es parte de su naturaleza racional, que nos ha sido dada en su imagen. Usar la lógica en la teología es simplemente aplicar la prueba de Dios a nuestras declaraciones acerca de Dios. Es el camino de Dios para que lleguemos a la verdad.
Usar la lógica es una forma de racionalismo. Ser razonable y ser un racionalista es muy diferente. Un racionalista trata de determinar toda la verdad mediante la razón. Los cristianos razonables sólo tratan de descubrirla. Un racionalista no permitirá que ningún dato empírico cambie su conclusión; él no quiere ser confundido por los hechos. Una persona razonable toma en cuenta los hechos, los incorpora en sus visiones y, a veces, cambia sus conclusiones cuando se conocen nuevos hechos. Además, algunos racionalistas ni siquiera permitirán que la Biblia cambie las conclusiones a las que han llegado por la razón. Una persona razonable, por el contrario, tomará la contradicción como una señal de que su declaración acerca de Dios es incorrecta. Los racionalistas establecen los límites de lo que puede ser verdad acerca de Dios. Las personas razonables sólo usan la lógica para probar la verdad de sus declaraciones acerca de Dios. La Biblia dice que Dios puede hacer lo imposible. ¿No significa eso que no está limitado por limitaciones lógicas? Dios puede hacer lo que es humanamente imposible, pero no lo que es actualmente imposible. Algunas cosas son imposibles debido a nuestras limitaciones humanas, tales como caminar a través de las paredes, resucitar a los muertos, y estar en dos lugares a la vez. Pero estas cosas son posibles para Dios, que no tiene cuerpo, es el dador de vida, y está siempre en todas partes. No está sujeto a limitaciones humanas. Pero esto no significa que Dios pueda hacer literalmente lo que sea–incluso lo que es actualmente imposible. Hebreos 6:18 dice que es imposible que Dios mienta. Santiago 1:13 dice que Dios no puede ser tentado, y 2 Timoteo 2:13 dice que le es imposible negar su propio juramento. Estas cosas son imposibles para un Dios perfectamente bueno que no puede hacer el mal. Tampoco Dios puede hacer un círculo cuadrado, ni un triángulo con dos lados; ni nadie más. Esas cosas no pueden posiblemente existir porque son cosas auto-contradictorias. Ningún círculo puede ser un cuadrado porque los cuadrados tienen cuatro lados rectos y los círculos no. Todos los triángulos deben tener tres lados o no son triángulos. Estas cosas son ideas imposibles–no puede ni imaginar lo que serían. Son lógicamente imposibles. Lo mismo ocurre con la montaña tan grande que Dios no puede mover. ¿Cómo puede ser algo demasiado grande como para que el poder infinito de Dios pueda manejarlo? Si Dios puede hacerlo, puede moverlo. Enseñar esto ha traído algunas respuestas inusuales. Un estudiante preguntó: “¿Es posible para mí saltar sobre la luna?” El maestro respondió: “Eso es lógicamente posible, si pudieras conseguir un salto realmente bueno y romper la gravedad de la tierra. Pero es humanamente imposible porque nadie puede saltar de esa manera.” Puesto que Dios debe ser capaz de hacer algo que él no puede, el hombre preguntó: “Bueno, ¿puede Dios saltar sobre la luna?” Él reconoció que Dios debería ser capaz de hacer lo que es lógicamente posible, aunque sea humanamente imposible; él simplemente olvidó que Dios está en todas partes todo el tiempo. Dios no necesita saltar sobre la luna. Ya está por encima de ella. Dios no es un tipo de ser aquí-o-allí, por lo que no puede saltar de aquí hacia allá. Sólo más tarde nos dimos cuenta de que la respuesta más simple era decirle al estudiante: “No, Dios no puede saltar sobre la luna porque no tiene piernas.” Si Dios creó las leyes de la lógica, ¿por qué no las puede romper? Después de todo, él creó las leyes de la naturaleza, y las rompe cada vez que hace un milagro. Existe una gran diferencia entre las leyes de la naturaleza y las leyes de la lógica. La ley natural es realmente sólo una descripción de cómo las cosas normalmente hacen operar; pero las leyes de la lógica se parecen más a las leyes éticas que nos dicen cómo nuestras mentes deben operar, incluso aunque no sea así como siempre pensamos. Las leyes naturales tratan de cómo son las cosas; las leyes lógicas tratan de la forma en que las cosas deben ser. En este sentido, las leyes lógicas son prescriptivas, llamando a nuestra obediencia, ya que debemos pensar lógicamente. Pero las leyes naturales son sólo descriptivas y no hacen tal demanda. Además, la lógica fluye de la naturaleza racional de Dios, y él no puede cambiar su naturaleza. Eso estaría en contra de todo lo que él es. Sería traicionarse a sí mismo. Sería como si Dios estuviera rompiendo una ley moral, que también fluye de su naturaleza. ¿Puedes imaginar a Dios siendo injusto? ¿O sin amor? Entonces, ¿cómo puedes imaginarlo violando las leyes de la lógica? ¿Acaso algunas doctrinas, como la Trinidad, la encarnación de Cristo y la predestinación, implican contradicciones? En cada uno de estos casos, se puede demostrar que no existe ninguna contradicción real involucrada. Algunos teólogos han utilizado palabras como antinomia o paradoja para describir los problemas encontrados en estas doctrinas, pero esas palabras implican una contradicción. Seguramente estas cosas son misterios que van más allá de la razón humana, y no podemos comprenderlas completamente, pero no son contradicciones que van contra la razón. Por ejemplo, la doctrina de la Trinidad, si se entiende como diciendo que Dios es tres personas, pero sólo una persona, sería auto-contradictoria. Sin embargo, la doctrina ortodoxa de la Trinidad dice que hay tres personas en un ser. No existe anti-contradicción en eso. Sólo hemos visto a una persona por estar con la naturaleza humana aquí en la tierra, pero eso no significa que un ser infinito con la naturaleza de Dios no podría existir como más de una persona. Él cómo funciona está más allá de nosotros, pero no es una contradicción. La doctrina de la encarnación sería auto-contradictoria si dijera que Cristo tenía tanto una naturaleza humana como una naturaleza divina en una sola naturaleza. Pero no lo dice. Decimos que Cristo tenía dos naturalezas unidas en una persona. Quien es Cristo como individuo es lo mismo para su deidad y su humanidad, pero lo que es divinamente es diferente de lo que es humanamente. Este es un misterio que se ha revelado sólo parcialmente, pero no es una paradoja que no se puede resolver. La predestinación también confunde a algunas personas. Como ser moralmente perfecto, Dios no puede forzar a las personas libres a hacer lo que no eligen. Además, la libertad forzada es una contradicción. Pero no es contradictorio para Dios determinar lo que la gente hará con su libre elección. De esta manera, Dios puede controlar y determinar las elecciones que hacemos, pero él no fuerza esas elecciones en nosotros. Dios trabaja persuasivamente, no coercitivamente. Experimentamos todavía nuestras elecciones como libres–como nuestras decisiones–incluso aunque Dios conociera tanto lo que decidiríamos como lo que escogeríamos que decidir mucho antes que nosotros lo hiciéramos. La libertad forzada es una contradicción, pero que Dios determinadamente escoja que yo haré una libre elección no lo es.
(título original “The Whats and Whys of Logic”, capítulo 1 del libro Come, Let Us Reason. An Introduction to Logical Thinking de Norman L. Geisler y Ron Brooks)