Pablo estableció con mucha claridad que la salvación resulta de creer el evangelio: ''Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree'' (Romanos 1:16). La salvación es así de simple, y no tiene nada que ver con las opiniones de un pontífice romano ni de sus colegas en una jerarquía que ni existió hasta siglos después que el evangelio se predicara por primera vez y había resultado en la salvación de millones.
Pablo no le dijo al desesperado carcelero (de Filipos)''Cree en Cristo y eso te ayudara a comenzar el largo camino de las buenas obras, la afiliación en la iglesia, los sacramentos, las oraciones a los santos, etc. Si perseveras, finalmente, después de sufrir horriblemente en las llamas del purgatorio, y si se han dicho suficientes misas y Rosarios a tu favor, las puertas del cielo finalmente se abrirán.'' Pero ese es el evangelio de Roma. Estas ideas son todas invenciones posteriores que otorgan a Roma un poder increíble sobre los que acuden a ella para la salvación. La salvación católica romana no es la que enseña la Biblia. Cristo dijo: ''Venid a mi'' (Mateo 11:28); Roma dice: ''Venid a la Iglesia Madre''. Los católicos no pueden llegar directamente a Cristo sino que deben venir a través de la Iglesia, la que ofrece para la salvación, ademas de la obra consumadora de Cristo, los méritos de los santos, mas el crédito por las propias penitencias y buenas obras personales, el sufrimiento de otros en favor de la persona, sumisión a los papas, obediencia a los decretos de la Iglesia, etc.
El Segundo Concilio Vaticano declara específicamente que la Iglesia Católica ''es necesaria para la salvación''. (Flannery, op.cit,Tomo 1,,p.72.). Este dogma se afirma en numerosos decretos papales como el del papa Bonifacio VIII:''Hay una sola santa Iglesia católica y apostólica, fuera de la cual no hay salvación..es absolutamente necesario para la salvación de toda criatura estar sujeta al Romano Pontífice.(Kreeft,op. cit,, p.277) La Iglesia es la clave para la salvación del católico, y mediante ella a los fieles se lo mantiene en una rutina mecánica de esfuerzos propios dirigidos por la Iglesia. En vez de acudir a Cristo solamente y de tener una relación personal con el, el católico romano acude a la Iglesia y debe estar en una relación apropiada con ella cuando muera a fin de ser salvo. Al católico le enseñan esto desde la niñez, y esta en todos los catecismos, y se recita para la confirmación. El Segundo Concilio Vaticano dice: ''Basándose en la Escritura y la tradición, ella [la Iglesia] enseña que la iglesia, peregrina ahora en el mundo, es necesaria para la salvación... El [Cristo] mismo afirmo explicitamente la necesidad de la Iglesia a la que los hombres entran mediante el bautismo como por una puerta.'' (Cateschisme de L'eglise Catholique (Service des Edition Conference des eveques catholiques du Canada,1993),p.184,par.837). El nuevo catecismo universal del Vaticano declara explicitamente que la salvación fluye desde Cristo a través de la Iglesia. (Ibid.,p,186,par846.) El canon 992 llama a la Iglesia Católica Romana ''el misterio de redención.(Flannery,op.cit..,tomo1,p. 366). ''Ademas la salvación es negada a ''los que, sabiendo que la Iglesia Católica fue fundada por Dios a través de Cristo, como necesaria, rehúsan entrar, o permanecer en ella.'' (James A. Coriden, Thomas J. Green, Donald E. Heintshcel, eds., The Code of Canon Law(Paulist Press,1985), p. 698). En otras palabras, los paganos idolatras de alguna forma están en la Iglesia como menciona el Segundo Concilio Vaticano, aunque inconscientes de tal hecho, y serán salvos mediante ella, pero los protestantes y especialmente los ex católicos son anatematizados. En un reciente estudio en 2000 hogares en España solo dos personas sabían claramente lo que era el evangelio, y eran protestantes. Las otras 1998 eran católicas que pensaban que las buenas obras, la asistencia a la iglesia, la adoración de María etc.. las llevarían al cielo. En los 15 años de evangelizar en España, misioneros amigos jamas conocieron siquiera a un solo católico que fuese salvo o que supiera como ser salvo. Nuevamente, vemos que Roma enseña que una persona no puede simplemente venir a Cristo y ser salva mediante la fe en su sacrificio omnisuficiente por el pecado. Hay otras ''ayudas y favores celestiales'' que son necesarias para poder ser salvo, y estas se encuentran solo dentro de la Iglesia Católica Romana.