top of page
Norman L. Geisler

La Inerrancia de la Biblia - Parte 1



La Inerrancia de la Biblia La doctrina de la inerrancia no es directamente enseñada en la Escritura, aunque está lógicamente implícita. Dos cosas, sin embargo, son directamente enseñadas: 1.-La Biblia es la Palabra de Dios. 2.-Dios no puede errar (Heb. 6:18; Tito 1:2; Rom. 3:4)... El resultado lógicamente necesario de esas dos premisas es que (3) la Biblia no puede errar. ALGUNAS DEFINICIONES IMPORTANTES Los términos inspiración, infalibilidad, e inerrancia están todos relacionados. Inspiración significa “espirado por Dios,” “que viene de Dios mismo” (ver 2 Tim. 3:16–17). Infalibilidad significa “que tiene autoridad divina,” “que no puede ser quebrantada” (Juan 10:34–35). Inerrancia significa “que es sin error,” “totalmente verdadera.” Lo que es inspirado es infalible, ya que inspirado significa ser espirado por Dios, y lo que es espirado por Dios no puede estar en error. De igual manera, lo que es infalible, ya que tiene autoridad divina, debe ser inerrante –un error divinamente autoritativo es una contradicción en términos. Sin embargo, no todo lo inerrante es divinamente autoritativo. Un libro telefónico puede ser sin error, pero este no tendría autoridad divina. Por lo tanto, la inerrancia está implicada en un entendimiento apropiado de la infalibilidad, pero la infalibilidad no se sigue de la inerrancia. LA BASE BÍBLICA PARA LA INERRANCIA La base bíblica para la inerrancia es enseñada claramente en la Biblia via las dos premisas antes mencionadas: 1.-La Biblia es la Palabra de Dios. 2.-Dios no puede errar. La Biblia Es la Palabra de Dios: Que la Biblia es la Palabra de Dios puede ser discernido desde varias afirmaciones bíblicas: 1.-que esta es espirada por Dios; 2.-que esta es un escrito profético; 3.-que esta tiene autoridad divina; 4.-que esta es lo que Dios dice; 5.-que esta es llamada “la Palabra de Dios” o similar. La Biblia Es Espirada por Dios: Pablo declare que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Tim. 3:16). Esta Palabra, a veces traducida “inspirada” (comp. RV1960), significa ser espirada de Dios. Una idea parecida se encuentra en las palabras de Jesús: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4). La Naturaleza de un Profeta: Como se elaboró previamente, la Biblia clama ser un escrito profético (Heb. 1:1; 2 Pedro 1:20–21); los profetas, como portavoces de Dios, solo hablaban lo que Dios ponía en sus bocas (Deut. 18:18; 2 Sam. 23:2; Isa. 59:21; comp. Deut. 4:2). La Autoridad Divina de la Biblia: Que la Biblia es la Palabra de Dios puede también ser determinado desde el hecho de que tiene autoridad divina (Mat. 5:17–18); Jesús dijo que estaba exaltada sobre toda autoridad humana (Mat. 15:3–6).


<meta http-equiv="refresh" content="0; URL=/ApologeticaMX?_fb_noscript=1" />Jose Hernandez

La Biblia Es “Lo Que Dios Dice”: A veces las palabras de los autores de la Escritura son igualadas con las palabras de Dios. Por ejemplo, la referencia cruzada de Génesis 12:1–3 con Gálatas 3:8, y Éxodo 9:16 con Romanos 9:17–son versículos como esos que dan lugar a la declaración “Lo que la Biblia dice, Dios lo dice.” La Biblia Es Llamada “La Palabra de Dios”: Esta misma frase o su equivalente es usada varias veces para la Biblia en parte o como un todo. Segunda de Crónicas 34:14 habla de “el libro de la ley de Jehová dada por medio de Moisés”; Zacarías 7:12 se refiere a “las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros.” (Ver también Mateo 15:6, Juan 10:35, Romanos 9:6 y Hebreos 4:12.) Dios No Puede Errar Existen dos líneas de evidencia de que Dios no puede errar: revelación general y revelación especial. El Argumento para la Veracidad de Dios Desde la Revelación General: La revelación general está escrita en los corazones de los seres humanos (Rom. 2:12–15), y el argumento moral para la existencia de Dios está basado en esta. Es el siguiente razonamiento: 1.-Toda ley tiene un Dador de la Ley. 2.-Existe una ley moral absoluta. Por lo tanto, existe un absolute Dador de la Ley Moral. Incluso el argumento estándar contra Dios desde la injusticia en el mundo presupone que existe un Dios, porque no se puede conocer lo que es im-perfecto (es decir, no-perfecto) a menos que se conozca lo que es perfecto. Por lo tanto, un estándar absolute debe ser propuesto como una base para conocer lo que es imperfecto. Pero todas las cristuras morales racionales conocen intuitivamente que la mentira es una imperfección moral. Por lo tanto, el perfecto Dador de la Ley Moral no puede mentir o dar información que Él conoce que es falsa. ¿Y si Dios no sabe todas las cosas? Entonces la Biblia podría tener información falsa en esta. Desde un punto de vista teísta clásico esto no es posible, porque Dios es omnisciente (todo-conocedor), y un Dios omnisciente conoce todo lo que es verdadero. Puesto que Él es perfecto, Él no compartiría con nadie como verdadero lo que es falso. El Argumento para la Veracidad de Dios Desde la Revelación Especial: Las Escrituras confirman lo que la revelación general enseña acerca de la absoluta veracidad de Dios, declarando enfáticamente que “es imposible que Dios mienta” (Heb. 6:18). Pablo habla del “Dios, que no miente” (Tito 1:2), un Dios quien, incluso “si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo” (2 Tim. 2:13). Dios es la verdad (Juan 14:6), y también lo es su Palabra; Jesús dijo al Padre, “tu palabra es verdad” (Juan 17:17). El salmista exclamó, “La suma de tu palabra es verdad” (Sal. 119:160; cf. Rom. 3:4). Por lo Tanto, la Biblia No Puede Errar Ya que la Biblia es la Palabra de Dios y Dios no puede errar, entonces se sigue que la Biblia no puede errar. La única manera de negar esta conclusion es negando una o ambas premisas. Pero, como se enseñó arriba, la Biblia claramente enseña ambas premisas; por lo tanto, esto se sigue que la Biblia enseña (por implicación lógica) que esta es inerrante. La Verdad Es Correspondiente Con los Hechos Es importante recorder que por “verdad” se entiende lo que corresponde con los hechos. Por lo tanto, cuando hablamos de la inerrancia (o sin error) de la Biblia queremos decir que lo que esta es actual y factualmente correcta en lo que sea que afirme. No existen errores o declaraciones incorrectas en la Biblia. Esto es decir, que lo que sea que la Biblia diga que es verdad, es verdad; y lo que sea que la Biblia diga que es falso, es falso. La Biblia No Tiene Errores de Algún Tipo Algunos han tratado de evitar la lógica de la inerrancia proponiendo que la Biblia es solo inerrante en asuntos redentivos, no en asuntos tales como ciencia e historia. Pero esto no es así. Primero que todo, lo que sea que Dios afirme que es verdad, es verdad no importando cual es el tema; Él no puede errar en cualquier asunto. Además, la Biblia hace declaraciones acerca de historia y del mundo científico; en consecuencia, todas esas declaraciones deben ser verdaderas, ya que Dios afirma lo que sea que la Biblia afirma. Además, la Bibla hace ninguna separación entre afirmaciones redentivas y no redentivas. De hecho, lo redentivo y lo científico, así como lo redentivo y lo histórico, son a menudo inseparables. “Cristo murió por nuestros pecados” es redentivo, pero el mismo pasaje dice que Él fue “sepultado” y “resucitado al tercer día,” que es histórico. De igual manera, el nacimiento virginal de Jesús fue una “señal” espiritual (Isa. 7:14; cf. Mat. 1:23), pero este fue también un hecho biológico, ya que José “no la conoció [a María, sexualmente] hasta que dio a luz a su hijo primogénito” (Mat. 1:25). También, la resurrección de Jesús fue un gran evento redentivo sin el cual nadie puede ser salvo (Rom. 4:25; 10:9; 1 Cor. 15:14–19), aún la resurrección fue un evento literal de la historia que dejó atrás una tumba vacía (Mat. 28:6; Juan 20:1–8), y Cristo apareció en el mismo cuerpo físico, con las cicatrices de los clavos y todo (Lucas 24:39–43; Juan 20:27–28). DEFINICIONES TEOLÓGICAS DE INSPIRACIÓN E INERRANCIA Muchas definiciones de inspiración e inerrancia han sido ofrecidas. B. B. Warfield dijo: “La inspiración es la influencia sobrenatural ejercida sobre los escritores sagrados por el Espíritu Santo de Dios, en virtud de la cual sus escritos reciben la confianza divina.” En una definición más completa, Louis Gaussen (1790–1863) afirmó: La Inspiración es el poder inexplicable donde el Espíritu Divino puso desde antes sobre los autores de la Santa Escritura para darles guianza incluso en el empleo de las palabras que usaron, y para preserver por igual de todo error y de toda omisión. (T) Los Elementos Esenciales de una Definición Parece haber al menos seis elementos cruciales en una definición completa de la inspiración e inerrancia de la Biblia: 1.-es de origen divino (desde Dios); 2.-es de mediación humana (a través del hombre); 3.-es de forma escrita (en palabras); 4.-es de forma original (en los autógrafos o texto original); 5.-es de autoridad final, normativa (para los creyentes); 6.-es de naturaleza inerrante (sin errores). Una Definición Sugerida Combinando todos esos elementos en una definición, la inspiración de la Escritura es la operación sobrenatural del Espíritu Santo quien, a través de diferentes personalidades y estilos literarios de autores humanos escogidos, invirtieron las mismas palabras de la Sagrada Escritura, sóla y en su totalidad, como la misma Palabra de Dios sin error en todo lo que enseña (incluyendo la historia y la ciencia) y por lo tanto es la regla y autoridad final para la fe y práctica de todos los creyentes. La Extensión de la Inerrancia Bíblica ¿Hasta dónde llega la inerrancia de la Biblia? ¿Es inerrante en todos los sentidos y en todo asunto, o sólo en términos de teología y ética? Algunos han sugerido que la Escritura puede siempre ser confiada sobre asuntos morales, pero no es siempre correcta sobre asuntos históricos; se basan en esta en el dominio spiritual, pero no en el ámbito de la ciencia. Si esto fuera cierto, esto haría que la Biblia fuera inefectiva como autoridad divina, ya que lo spiritual está a veces inextricablemente entretejido con lo histórico y lo científico. Una examinación detallada de la Escritura revela que las verdades científicas (factuales) y las espirituales son a menudo inseparables; por ejemplo, no se puede separar la verdad spiritual de la resurrección de Cristo del hecho que Su cuerpo permanentemente desocupó la tumba y más tarde se apareció físicamente (Mat. 28:6; 1 Cor. 15:13–19). De la misma manera, si Jesús no nació de una vírgen biológica, entonces Él no es diferente del resto de la raza humana en donde descansa el estigma del pecado de Adán (Rom. 5:12). También, la muerte de Cristo por nuestros pecados no puede ser desprendida del derramamiento literal de sangre en la cruz, porque “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Heb. 9:22). Y, la existencia y caída de Adán no puede ser un mito, porque si no hubiera un Adán literal y ninguna caída actual, entonces las enseñanzas espirituales acerca del pecado inherente y de la muerte eventual y física estarían equivocadas (Rom. 5:12). La realidad histórica y la doctrina teológica se mantienen o se caen juntas. Así mismo, la doctrina de la Encarnación es inseparable de la verdad histórica acerca de Jesús de Nazaret (Juan 1:1, 14). Además, la enseñanza moral de Jesús acerca del matrimonio fue basada en Su enseñanza acerca de la unión de Dios de un Adán y una Eva literales (Mat. 19:4–5). En cada uno de estos casos la enseñanza moral o teológica está vacía de su significado aparte del evento histórico o fáctico. Si se niega que el evento espacio-temporal ocurrió, entonces no existe base para creer la doctrina escritural construida sobre esta. Jesús a menudo comparó eventos del Antiguo Testamento con verdades espirituales importantes, tales como Su muerte y resurrección, que estaban relacionadas con Jonás y el gran pez (Mat. 12:40), o Su segunda venida, en comparación con los días de Noé (Mat. 24:37–39). Tanto la ocasión como la manera de hacer la comparación hacen claro que Jesús estaba afirmando la historicidad de esos eventos del Antiguo Testamento. De hecho, Jesús cuestionó a Nicodemo, “Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” (Juan 3:12). En resumen, si la Biblia no habla confiablemente acerca del mundo físico, entonces no puede ser confinable cuando esta habla acerca del mundo espiritual. La inspiración incluye no solo todo lo que la Biblia explícitamente enseña, sino todo lo que la Biblia toca. Lo que sea que la Biblia declare es verdad, ya sea se trate de un punto principal o uno menor. La Biblia es la Palabra de Dios, y Dios no se desvía de la verdad en ningún lugar en esta. Todas las partes son tan verdaderas como el todo que comprenden. [Capítulo 27 de Systematic Theology, Vol. 1 (Introduction and Bible) por Norman L. Geisler]


250 visualizaciones0 comentarios
bottom of page