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William Lane Craig

Primacía de los Evangelios Apócrifos


Ahora, si el Jesús histórico no es el Jesús de los Evangelios, el Jesús sobrenatural, entonces, ¿cómo descubren los eruditos escépticos quién, en realidad, era el Jesús histórico? Bueno, eso nos lleva a la segunda presuposición que yo quisiera discutir, es decir, los críticos escépticos presuponen que la mayoría de nuestras fuentes primarias para la vida de Jesús no son los evangelios, sino los escritos fuera del Nuevo Testamento, específicamente los llamados evangelios apócrifos. Éstos son evangelios forjados bajo los nombre de los apóstoles, como el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Pedro, el Evangelio de Felipe, entre otros. Se dice que estos escritos extra bíblicos son la clave para reconstruir correctamente al Jesús histórico. El Profesor Luke Johnson, un erudito distinguido del Nuevo Testamento de la Universidad de Emory, señala que toda la reciente avalancha de libros que afirman develar al verdadero Jesús sigue el mismo patrón predecible: 1. El libro comienza exaltando las credenciales eruditas del autor y su prodigiosa investigación. 2. El autor afirma ofrecer una interpretación nueva (y quizá incluso suprimida) de quien realmente fue Jesús. 3. Se dice que la verdad sobre Jesús se descubre por medio de fuentes que se encuentran fuera de la Biblia, las que nos permiten leer los Evangelios de una forma nueva, la cual está en desacuerdo con el sentido literal de ellos. 4. Esta nueva interpretación es provocativa y hasta excitante; por ejemplo, que Jesús se casó con María Magdalena, o que fue el líder de un culto alucinógeno, o un filósofo cínico campesino. 5. Se insinúa que las creencias cristianas tradicionales, por lo tanto, han sido socavadas y necesitan ser revisadas.8 Si usted escucha de libros que siguen este patrón familiar, su antena crítica debe de alzarse automáticamente. Usted está a punto de ser engañado, ya que el hecho es que no hay fuentes fuera de la Biblia que pongan en tela de juicios el marco de Jesús que pintan los evangelios. Permítanme tomar sólo un par ejemplos de fuentes que son favoritas del Seminario de Jesús. Primero, el llamado Evangelio de Tomás. El Seminario de Jesús lo considera ser una fuente tan importante que hasta lo incluye junto con Mateo, Marcos, Lucas y Juan en su edición de Los Cinco Evangelios. Ahora, ¿Qué es el Evangelio de Tomás? Es un escrito descubierto en Egipto poco después de la Segunda Guerra Mundial. Era parte de una colección de documentos gnósticos. El gnosticismo era una filosofía antigua del Cercano Oriente que afirmaba que el mundo físico es malo, mientras que la esfera espiritual es buena. La salvación viene a través del conocimiento secreto de la esfera espiritual, la cual libera el alma de su aprisionamiento en el mundo físico. El llamado Evangelio de Tomás está cargado de filosofía gnóstica. No hay dudas de que era parte de la literatura de un culto cristiano gnóstico, muy similar a los cultos de Nueva Era en nuestros días. Se han encontrado fragmentos antiguos en griego del Evangelio de Tomás que datan del 200 d. C., y la mayoría de los eruditos datarían la escritura del original en la segunda mitad del siglo II después de Cristo. Una evidencia de ese hecho es que el Evangelio de Tomás usa un vocabulario del segundo siglo proveniente de traducciones y armonizaciones de los cuatro evangelios. Por lo tanto, la gran mayoría de eruditos considera hoy al Evangelio de Tomás como una fuente derivada del siglo II después de Cristo, la cual refleja la visión del gnosticismo cristiano. Sin embargo, es increíble que los miembros del Seminario de Jesús consideran al Evangelio de Tomás como una fuente temprana y primaria sobre Jesús y la usan para revisar el retrato o cuadro de Jesús que encontramos en los evangelios. Ahora, ¿qué razones tienen ellos para fechar el Evangelio de Tomás tan temprano? Sorprendentemente, todo su enfoque a esta pregunta es un razonamiento en círculo. Procede de la siguiente manera: 1. El Evangelio de Tomás es una fuente primaria y temprana. “¿Cómo lo sabes?” 2. Porque no se encuentran ningún dicho apocalíptico en el Evangelio de Tomás. “¿Por qué es eso evidencia de una fecha temprana?” 3. Eso es evidencia de una fecha temprana porque Jesús no estaba involucrado en asuntos apocalípticos. “¿Cómo sabes que no lo estaba?” 4. Porque el Evangelio de Tomás prueba que no lo estaba. “¿Porque creer en lo que dice el Evangelio de Tomás?” 1. El Evangelio de Tomás es una fuente temprana y primaria. Por eso Howard Clark Kee de la Universidad de Boston llama este procedimiento “¡un triunfo del razonamiento circular!”9 El erudito británico del Nuevo Testamento, Thomas Wright, dice que eso es semejante a cuando Winnie Pooh, siguiendo sus propias huellas en la nieve alrededor de un grupo de árboles, y cada vez que ve más huellas ¡toma eso como evidencia de que aquello que busca es incluso más numeroso y más real de lo que pensaba anteriormente!10 ¡No es una sorpresa que los miembros del Seminario de Jesús no hayan podido convencer a muchos de sus colegas con argumentos como este! Un segundo ejemplo es el llamado Evangelio de Pedro. Aunque este escrito fue condenado como espurio por los Padres de la Iglesia primitiva, el texto en sí nos era desconocido hasta que una copia fue descubierta en una tumba egipcia en 1886. Al igual que el Evangelio de Tomás, el Evangelio de Pedro lleva las marcas de influencia gnóstica y utiliza un vocabulario característico del segundo siglo, de manera que de forma unánime los eruditos lo consideran como un escrito de ese siglo. Sin embargo, John Dominic Crossan, el codirector del Seminario de Jesús, basa toda su reconstrucción de la muerte y sepultura de Jesús en su afirmación de que el Evangelio de Pedro realmente contiene la fuente primaria más antigua acerca de Jesús, y que los cuatro evangelios se basan en él. Por lo tanto, dice Crossan, los evangelios no tiene valor histórico, ya que no poseen una fuente de información sobre la muerte de Jesús aparte del relato en el Evangelio de Pedro. Aunque el propio Evangelio de Pedro describe la resurrección de Jesús, el naturalismo de Crossan no le permite creer en ese acontecimiento. Pero con los evangelios bíblicos fuera de su camino, Crossan puede afirmar que el Evangelio de Pedro sólo es legendario y que no hay testimonio que confirme la resurrección de Jesús. Uno de los aspectos extraños del razonamiento de Crossan es que parece haber olvidado por completo al apóstol Pablo. Incluso si Crossan tuviera razón en que el Evangelio de Pedro es primario, su testimonio todavía estaría confirmado independientemente por los escritos de Pablo, quien se refiere a la sepultura de Jesús e incluso enumera a los testigos de las apariciones del Jesús resucitado. De modo que aún si el relato de la resurrección en el Evangelio de Pedro fuera fundamental para los cuatro evangelios, no hay razón histórica para negar la resurrección. Pero el hecho es que la teoría de Crossan sobre la primacía del relato del Evangelio de Pedro es rechazada virtualmente de forma universal por los eruditos del Nuevo Testamento. El prominente erudito canadiense Ben Meyer ha llamado los argumentos de Crossan “excéntricos e improbables”.11 Incluso Helmut Koester de la Universidad de Harvard rechaza el razonamiento de Crossan por ser “seriamente defectuoso”. No hay ninguna señal de dependencia literaria de los cuatro evangelios con el relato del Evangelio de Pedro. La conclusión obvia es que el Evangelio de Pedro está basado en los cuatro evangelios y no viceversa. Thomas Wright resume declarando que la hipótesis de Crossan “no ha sido aún aceptada por ningún otro erudito serio” y la fecha y el origen sugeridos por Crossan “son puramente imaginarios”. Lo que he dicho sobre el Evangelio de Tomás y el Evangelio de Pedro podría decirse también para todos los demás evangelios apócrifos. Según John Meier, un crítico estadounidense prominente del Nuevo Testamento, la idea de que los evangelios apócrifos nos ofrecen una información nueva acerca de Jesús es “en gran parte fantasía”. El hecho es que estos escritos son tardíos y derivados, moldeados por la teología del segundo siglo y posterior. Lo que eso significa, en las palabras del Profesor Johnson, es que a pesar de todo el alboroto, “Los escritos del Nuevo Testamento siguen siendo nuestros mejores testigos históricos” sobre la vida de Jesús. William Lane Craig Read more: http://www.reasonablefaith.org/spanish/Presuposiciones-y-Pretensiones-del-Seminario-de-Jesus#ixzz4arJwCFrP

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